O cómo admirar a un cliente que confiesa que su hija de 8 años, falsea su firma en el cole.
Sí, y aunque nada tiene que ver, me hace recordar algo.
Es curioso que después de una temporadita que el tema de la paternidad sale a la palestra bastante a menudo (de la paternidad, de la maternidad y, sobre todo, de las uniones por la iglesia que gran parte de la gente que conozco se empeña en llevar a cabo; la última, este finde en Sevilla, y la realmente impactante y trascendental, hace 3 semanas, en Coruña: mi mejor amigo) y siempre, como todo lo importante, hace que se me ilumine la bombilla (que ultimamente con eso de la crisis energética la tenía bastante apagadilla para ahorrar... aunque después del implante de tantos millones de euros de todos que pagamos impuestos para nuestros queridos amiguitos los banqueros para que puedan seguir riéndose de nosotros un poquito más holgados, pues no sé para que molestarse...)
AL TEMA! que sí que lo que realmente importa en esta vida y las decisiones que llevan a las mismas, se toman así, de repente, con la mayor tontería.
Y así fue: después de una semana de 10 días por lo menos (de Santander a Toulouse, de Toulouse a Barcelona, de ahí a Madrid, regreso a Santander y cita en Bilbao con un cliente... buf qué vértigo) rematamos la reunión con un gran cafetazo y charla de asueto con un cliente al que queremos desde el principio como a un padre.
Final de la charla, negocios, proyectos del futuro... y llega su cara. Se ríe, nos mira con cara de "os confesaré algo...".
-Joe, pues os voy a contar una cosa que, porque vosotros no estáis por aquí ni conocéis, pero va la profe de mi hija que tiene 8 años... y resulta que me ha falsificado la firma de una nota de la profe.. y joer, que tiene 8 años y lo peor es que ahora me tengo que concienciar para ir a buscarla... CLARO, porque a mí me va a entrar la risa... y nó sé-.... joer con la estafadora de mi hija...
Tontería enorme pero que de repente me han despertado un instinto de... en el fondo eso tiene que molar.... en el FUTURO. Claro, ahora ni de coña...
Y sí el tipo este (un gran tipo en todos los sentidos) pues se ha ido feliz a buscar a su criaja a música (vivan las actividades extraescolares...). Acojonao, claro, pero pendiente de la cara de la niña, que en el fondo, le alegrará el día un poco (cuesta creerlo, pero estoy seguro que al final se acabarán tronchando, sobre todo porque tiene pinta de ejercer el papel de "poli bueno", jejeje) y de la sorpresa que tiene que recibir...
En fin, no es un argumento muy razonado, ... pero me ha parecido el momento tierno del día.
Sueño sueño..... qué semanita, qué veranito,... y una frase sacada de otro gran tipo que en su momento compartimos unos cuantos en un viaje a Coruña:
"qué país, qué paisaje y qué paisanaje...!"
PD: y para todos aquellos traumaticados con las batallas de mi amigo Ramón y su escarabajo pelotero del autobús... BUENAS NOTICIAS: Es posible volver a los viejos tiempos en que viajar en autobús era una aventura llena de sorpresas agradables. EL domingo viajé e BUS de Toulouse a Barcelona. Miedo, 7 horas, mucho sueño acumulado...etc,... pero curiosamente, tras la primera parada (supongo que ir en un asiento doble solo y poder estirarme a placer me puso en actitud de "háblame") en uno de estos restaurantes de carretera que seguro que se forran porque el menú no sé ni cuanto costaba (por supuesto opté por salir a la gasolinera a por iun sandwich y comérmelo fuera con el resto de gente que se negaba a pagarlo)..y... alo que iba, me puse a hablar con un grupo de chavales que habían estado también en el festival, bla bla bla,... y una de ellas se me puso a hablar, contarme su vida un rato, casualidades, sus padres eran de una zona de donde solemos grabar mucho... y nada, se sienta en el aisento de al lado y, tras 15 minutos de charla, me suelta:
"bueno, pues te dejo dormir que seguro estarás cansado! Un placer conocerte y hasta luego!"
Obviamente este arrebato de oportunismo (joe, me leyó el pensamiento, había sido la conversación perfecta que no había que prolongar hasta el infinito) se pudo deber a varias razones:
- me vio bostezar
- Soy tremendamente aburrido y la tronca decidió que tampoco quería hundirme en la miseria y buscó una gran escusa...
- ...
O, tan solo, que en el fondo, a veces la gente tiene sentido común y está en el punto medio, ni mucho ni poco...
MOLA VIAJAR en autobús. A veces.
